¿POR QUÉ JESÚS ES HIJO DE DIOS?

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Hay preguntas que son capciosas, es decir, que quien las formula sabe las
respuestas, pero las hace porque desea dar la impresión de que sabe mucho, y por
eso dan la sensación de que quien las hace le gusta, como dicen en mi país, "lucirse",
"brillar", o captar la atención de los demás. Hay también preguntas que se conocen
como retóricas; y eso quiere decir que no necesitan ser respondidas, pues sus
respuestas son obvias o conocidas en el acto.


Sin embargo, ¿qué tipo de pregunta envuelve nuestro tema de estudio?

Jesús, ¿por qué es Hijo de Dios?


De entrada, respondemos que no se trata de una pregunta para dar la impresión de
"sábelo todo". Tampoco porque creamos que todas las personas conozcan la respuesta.

Nuestro interés es el de esclarecer los conceptos populares sostenidos por las élites y muchos religiosos de todos los tiempos, incluyendo nuestra época actual, para verificar lo que revela la santa Palabra de Dios.


Veamos algunos de los conceptos populares más escuchados acerca de Cristo como hijo:
1.- Hijo por creación.
2.- Hijo por adopción.
3.- Dios hecho Hijo.
4.-Hijo por la resurrección.
5.- Hijo al nacer de María

El punto cinco es el concepto estándar de millones de cristianos en todo el mundo.
Observemos de cerca cada uno de ellos.

Hijo por creación.
El término "hijo" por creación conlleva la idea de que llegó a la existencia de la nada, como fueron los animales y otros elementos de la tierra.


Los que sostienen este concepto ven a Cristo como el primer ángel creado por Dios, y a partir de este ángel se creó todo lo que existe.


También arguyen que al venir ese hijo creado a la tierra y morir, muere la parte humana y la parte divina resucita a la humana. Esta creencia es creída por grupos como los Testigos de Jehová.


En definitiva, aunque ven a Cristo con una preexistencia en el cielo, sin embargo, lo visualizan como un ser creado distinta a la naturaleza de Dios Padre.

▪ Hijo por adopción.
Los que mantienen esta idea son creyentes conocidos como unitarios, pues creen en la existencia de un único Dios, el Padre, y dicen que en la mente de Dios siempre estuvo el deseo de tener a un Hijo en la tierra.


Así que ellos ven a Cristo como a un hombre que mantuvo una consagración y dependencia de Dios tan alta, que Dios decidió adoptarlo como a Su Hijo.

Igualmente, ellos dicen que cuando Cristo murió, muere lo que él es, la parte humana, pues es solo eso, un humano, y Dios lo resucitó.


Notamos que estos pensadores en algo están en la verdad, es decir, en el hecho de que hay un Dios, eso es correcto, y también de que Dios resucitó a Su Hijo, pero fallan en no ver la preexistencia de Su Hijo en el cielo. A estos Unitarios se los ubica como radicales. Dentro de estos pensadores hay divisiones, pues otros también vierten sus pensamientos como modalistas.

Dios hecho Hijo.
En el siglo tercero, un sacerdote católico libio llamado Sabelio, y que vivía en Roma, enseñó que Dios es un único ser divino que asume diferentes funciones, roles o modos de actuar, a lo que se conoce como el modalismo.


Así que, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo serían distintas maneras utilizadas por Dios, según desease comunicarse o actuar con la raza humana en diferentes tiempos; Padre en el Antiguo Testamento, Hijo cuando se hace carne, y luego como Espíritu Santo. En la actualidad estos Unitarios son conocidos también como "Jesús solo".


En pocas palabras, ellos afirman que Jesucristo no solo es el Hijo, sino también el Padre y el Espíritu Santo, y se basan en citas como Isaías 9:6, en donde al Mesías se le llama "Padre eterno", en Mateo 1:23 (Emanuel, Dios con nosotros), Juan 1:1 (el Verbo era Dios), 14:9 ("el que me ha visto a mí, ha visto al Padre"), y 1ᵃ Timoteo 3:16 ("Dios fue manifestado en carne"); todas estas citas tienen su particular explicación contextual y que podrían ser tema de estudio en otra oportunidad.

Argumentan que la Biblia define al “Hijo de Dios” a partir del nacimiento del niño nacido de María (Lucas 1:35), lo cual es correcto en la carne; pero, no lo ven siendo otro Ser distinto al Padre en el cielo, insistiendo en que allí no era hijo, sino que es Dios mismo, y que luego haría el papel de hijo aquí en la tierra cuando nace de María, pero que se trata del mismo Ser ahora actuando en la carne humana. En consecuencia, creen que la expresión “Hijo de Dios” puede referirse solamente a la naturaleza humana o puede referirse a Dios manifestado en carne; es decir, Deidad en la naturaleza humana.


Usan la expresión "Hijo de Dios" como que se refiere a la humanidad de Jesucristo, pero no que sea alguien distinto al Padre, sino que sería Dios mismo con ropaje de humano, pero, curiosamente, cuando hablan de la muerte de Jesucristo, dicen que muere la parte humana solamente, mientras que la divina no muere, pues Dios no muere. Interesante, pero la Biblia hace una clara distinción entre quién es Dios y quién es el Hijo.
Ver, por ejemplo, a Juan 1:1-2; 1ᵃ Juan 1:3; 2:22-23; Judas 1:1 y 4.

Hijo por la resurrección.
Los postulantes de esta concepción se basan pura y simple en un solo pasaje, en Romanos 1:3, el cual dice:

"Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos."


Ellos dicen que Cristo no era Hijo desde el cielo como tal, sino que allá era Dios el Hijo, sin comienzo alguno, y coeterno con el Padre y con Dios Espíritu Santo.


Sostienen que Cristo fue declarado "Hijo" sólo a través del acto de la resurrección. Y, como sucede con todos los que se van por los extremos con su tema favorito, estos descuidan o ignoran toda la información disponible acerca de un tema determinado en la Sagrada Escritura.

Lo primero que se debe preguntar a los que así piensan es lo siguiente: ¿No era Cristo Hijo al nacer de la virgen María? ¿Tuvo que esperar Cristo el momento de su resurrección para convertirse en Hijo?


Estas preguntas podrían ser hasta retóricas, pero ni ellos mismos creerían que Cristo tuvo que esperar a ese momento para convertirse en Hijo.


La mayoría de estos pensadores usan sus palabras para incrementar sus argumentos. Apenas el verso anterior contradice este enfoque.


Veamos la conexión completa de lo que el apóstol Pablo quiso expresar en Romanos 1:3-4,


"Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos."

En el verso 3 Pablo le llama "Hijo", así que ya lo era.


Dice que era del linaje de David, según la carne. Es obvio que Pablo habla de la humanidad del Hijo de Dios, pero allí no se niega la divinidad ni la preexistencia del Hijo en el cielo, y esto lo saben estos postulantes de esa teoría o concepto, pues ellos son también trinitarios.

¿Qué es lo que Pablo dice en esos pasajes?


PRIMERO: Que el Hijo de Dios vino según el linaje de David. Es presentado ya como Hijo.


SEGUNDO: Que ese Hijo de Dios, al resucitar: "fue declarado Hijo de Dios con poder". No es lo mismo "convertir" en Hijo que "ser declarado". El ser "declarado" es un homenaje que recibe el Hijo de Dios; no que el acto de la resurrección lo convierta en Hijo, pues, ya lo era desde el cielo, como veremos más adelante.


De eso mismo viene hablando Pablo al usar las palabras de Filipenses 2:9-11,


"Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre."

¿Tenía Cristo un nombre antes de este homenaje?


¡Sí, claro! Sin embargo, el Padre le confiere otro nombre después de su triunfo frente a la muerte, pero eso no indica que no tuviera un nombre.


De la misma manera, por el hecho de ser "declarado hijo con poder", no significa que no fuera Hijo antes.

Hijo al nacer de María.
La postura más enraizada en el cristianismo acerca de Dios se conoce como la Trinidad.


Esta creencia popular enseña que Dios es un gran Ser compuesto por tres personas distintas que han existido juntas desde la eternidad pasada y se llaman el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una posee vida original, no prestada ni derivada de otra. Los tres seres son igualmente Dios, pero no hay tres dioses, sino solo uno.


Cuando se les pide que armonicen sus concepto o ideas, responden que no se puede explicar pues se trata de un misterio. Otros, para distanciarse de los creadores de esas ideas, las cuales tomaron forma a partir del gran Concilio celebrado en la ciudad de Nicea, por el año 325 d.C., con Constantino como su guía, después de la Reforma Protestante, muchos comenzaron a usar en vez de la palabra "Trinidad", emplearon el término "Deidad", pensando que así no serían asociados con la Trinidad que fomentó, y aún sostiene, la Iglesia Católica.


Sin embargo, no se trata de la forma, o del vocablo, sino del fondo o el contenido. La Trinidad (Tres-en-Uno; o la unión de 3 personas), es Trinidad no importa cómo se la dibuje. La Deidad de 3 personas es lo mismo que Trinidad de 3 personas.

Como dice el viejo refrán, "el menú, aunque le cambie su nombre, menú se queda". Cambiar el término (Deidad por Trinidad), que es la fachada, no soluciona el contenido (la unión de tres), si su concepto sigue siendo lo mismo.


Dentro de esta línea de pensamiento también existe una explicación que trata de distanciarse de la concepción de la Iglesia Católica, y se la conoce como el Triteismo.


Sería lo mismo, con la diferencia de que aquí se reconoce abiertamente de la existencia de 3 personas o seres que son 3 Dioses, lo que los trinitarios se niegan a admitir, pues ellos siempre dicen tres personas, pero un solo Dios.

Sea el pensamiento Trinitario como el Triteismo, ambos han mantenido el concepto de un Hijo que en el cielo solo hace el rol o papel de Hijo, pero que en realidad no lo es en el sentido del significado de la palabra, y que se hace "Hijo" como tal solo al venir a este mundo, y nacer por la virgen María. Sería co-eterno con el Padre y con el Espíritu Santo. No nació en el cielo, sino solo cuando se hace humano y nace a través de una mujer.

Tanto los Trinitarios como los Modalistas ("Jesús Solo"), ambos articulan que Dios es un gran Ser en tres manifestaciones. Mientras que el Trinitario dice que Dios es tres personas, formando un mismo Dios, de la siguiente manera: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo; cada uno es Dios, tres personas por separado, pero un solo Dios en conjunto; en cambio, el “Jesús Solo” dice: Dios es el Padre, pues creó todo lo que hay; Dios es el Hijo, porque ese Dios se hizo carne; y Dios es el Espíritu Santo, pues Dios es Espíritu, pero se trata de un mismo y Único Ser.


A veces el trinitario es modalista, otras veces es triteista, y es que sus explicaciones oscilan para donde ellos les parezca en el momento adecuado, consciente o inconscientemente.


El concepto trinitario de que Cristo es "Hijo" es inexacto.

La Iglesia Católica mantiene que Cristo es el "Hijo eterno", un engendro que nunca nace en el cielo. De ahí que coincide con el concepto de los protestantes y de los adventistas modernos, a diferencia de los pioneros adventistas, al sostener que en el cielo no hubo un nacimiento de un Hijo divino.

La pregunta que dio motivo a este estudio debe ser respondida basado en la Sagrada Escritura.

Jesús, ¿por qué es Hijo de Dios?


Como hemos podido observar, todas las confesiones religiosas, iglesias, ministerios y grupos, aceptan que la Biblia menciona la existencia de un Hijo de Dios.


La diferencia estriba en lo que creamos de por qué se le llama "Hijo de Dios".


Después de oírlos decir lo que opinaban las gentes, Cristo interrogó a sus discípulos acerca de quién pensaban ellos quién era Él, y esta fue la respuesta que Dios envió a través de Pedro,


"Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." (Mateo 16:16-17.)

La declaración de que Jesús es el Hijo de Dios fue el fundamento de la naciente Iglesia Cristiana.

Ahora bien, si esa afirmación lo que significa es que Jesús es Hijo porque nació por la virgen María, no parece que fuera significativa. Con investigar de que José y María no tuvieron un contacto marital, eso reflejaría de que allí hubo un milagro.


Pero, el saber que había nacido de Dios en el cielo, esa información estaba fuera del alcance de los seres humanos, a tal punto que cuando Jesús afirmó que Él era de "arriba" ("Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo." Juan 8:23), es decir, que tenía una preexistencia allá (Juan 8:58), los judíos no le creyeron (Juan 8:59).


Por consiguiente, la información enviada por el cielo por medio de Pedro se trataría de una revelación con otro matiz y significado.


La Biblia afirma que hay un solo Dios verdadero, el cual ha existido por sí mismo desde la eternidad infinita y hasta la eternidad futura (Deuteronomio 6:4; Marcos 12: 28-34; Salmo 90:1, 2; 1ª Timoteo 1:17; 6:16; 1ª Corintios 8:6).

A ese Dios le nació un Hijo, y éste fue engendrado o nacido en el cielo en la eternidad pasada, de la misma sustancia del Padre, y que, por consiguiente, es el Hijo divino de Dios, no coeterno con el Padre, pero sí eterno a partir de su nacimiento en el cielo (Juan 1:1, 2; 3:16; 1ª Juan 4:9-10; Proverbios 8:22- 25; 1ª Corintios 1:24, 30; Miqueas 5:2, 4; Juan 16: 27-28).


Cuando el “Hijo de Dios” se encarna en la tierra para llevar a cabo el plan de redención, es entonces el “Hijo del Hombre”, y es también, por lo tanto, un salvador divino humano el que muere por completo y no un simple humano; es 100% divino y 100% hombre. (Mateo 1:18, 21, 23; Lucas 1:35; Hechos 3:14- 15.)


El Salvador tiene, por tanto, dos nacimientos: Uno en el Espíritu, en el cielo, y otro en la tierra, en la carne.
Veamos de cerca las informaciones directas de la Sagrada Escritura.

La Preexistencia del Hijo de Dios.
Cristo fue engendrado, o nacido, en la eternidad pasada; nació de Dios (Juan 1:1, 2; Proverbios 8:22-25; 1ª Corintios 1: 24, 30; Miqueas 5:2; Juan 16:27-28).


El Dios viviente, el Padre, ha vivido en la eternidad infinita, sin principio o comienzo, y sin relación alguna con el tiempo, según Salmos 90:1-2; 1ª Timoteo 1:17; 6:16), pues Dios no vino, sino que Él siempre ha estado.

Observemos los pasajes que muestran la preexistencia del Hijo de Dios en el cielo:


“Dios es Espíritu. Y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en verdad" (Juan 4:24; NRV)


“El Espíritu es el que da vida, la carne nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63; NRV.)


“Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y busco el conocimiento y la discreción… El Eterno me poseía en el principio de su obra, antes de sus obras más antiguas. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, antes de la tierra. Antes de los océanos fui engendrada, antes que los manantiales de agua, antes que los montes fueran fundados, antes de los collados fui engendrada. No había aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando él formaba los cielos, allí estaba yo, cuando señalaba el horizonte sobre la faz del gran mar, cuando condensaba las nubes en la altura, y las fuentes del profundo mar, cuando fijaba al mar su estatuto, para que el agua no pase de su límite, cuando establecía los cimientos de la tierra. Con él estaba ordenándolo todo, fui su delicia todos los días, ante él solazándome en todo tiempo. Me regocijo en su mundo habitable, y me deleito con los hombres.” (Proverbios 8:12, 22-31; NRV.)

La Sabiduría fue engendrada de Dios.


Sin embargo, ¿Qué dice la Sagrada Escritura acerca de quién es la Sabiduría de Dios?


“Pero para los llamados, así judíos como griegos, Cristo es el poder de Dios, y la Sabiduría de Dios.” (1ª Corintios 1:24; NRV.)

Hay varios pasajes más que nos dicen lo mismo, pero, con otras palabras, como, por ejemplo, Lucas 11:49, 1ª Corintios 1:21 y 30; 2:7 y Efesios 3:10.


Si en Proverbios 8, al hablar de la Sabiduría (la cual es gramaticalmente hablando una palabra femenina, por eso ella dice que fue engendrada y no engendrado), se informa que Yahweh la poseía en el principio, y luego nos dice que ella fue engendrada, es decir, que nació, antes de las obras de Dios (Proverbios 8:22); y eso indica, obviamente, que ella es procedente de Dios.


La palabra usada para engendrada en Proverbios 8, en el idioma hebreo, aparece en el Diccionario Strong con el número 2342, y es el vocablo kjul, y viene de kjil, y quiere decir “salida”, de “parto” o “dar a luz”.

Para aquellos lectores adventistas que leen este estudio, deberían saber que el Espíritu de Profecía dice que, en Proverbios, capítulo 8, al hablar de la Sabiduría, se refiere a Cristo.


Veamos,


"Y el Hijo de Dios, hablando de sí mismo, declara: ‘Jehová me poseía en el principio de su camino, ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamente tuve el principado […] Cuando establecía los fundamentos de la tierra; y fui su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo’ (Prov. 8: 22-30)” -Patriarcas y Profetas, págs. 11-12.


En Juan 16:27-28 Cristo dice que él “salió” de su Padre; veamos,

“Porque el mismo Padre os ama, ya que vosotros me habéis amado a mí, y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y he venido al mundo. Otra vez dejo el mundo, y vuelvo al Padre.” (Juan 16:27-28; NRV.)

El Trayer’s NT Greek Lexicon dice que “salí”, en su original del idioma griego, es ejercomai, y quiere decir “salir, de nacimiento” (ver el Diccionario Strong #1831).


Otro pasaje que habla del nacimiento del Hijo de Dios en la eternidad pasada es Miqueas 5:2; Veamos,

“Pero tú Belén Efrata, pequeña entre los millares de Judá, de ti saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad.” (Miqueas 5:2; NRV.)


La palabra usada en el idioma hebreo para “salida”, es el vocablo motzaá (Strong #4163), y significa: “orígenes”, “descendiente familiar”, “salida”.


Hemos usado la Nueva Reina Valera que lo ha traducido como “orígenes”.


Preguntamos: ¿Cómo puede tener Cristo “orígenes”, “desde… la eternidad”, como lo indica Miqueas 5:2, y no tener un “comienzo” en la eternidad?

El mensaje de Miqueas 5:2 es contundente para la enseñanza trinitaria, y por eso a veces ellos se han referido a esa cita como que es “muy profunda”.


Ahora bien, ¿en qué punto de la eternidad pasada fue engendrado o nacido el Hijo de Dios? Pues, esa información no ha sido revelada para la mente humana y angelical.

Por tanto, es un tiempo de la eternidad como si no hubiera existido. Como dice en Deuteronomio 29:29 (NRV), “Las cosas secretas pertenecen al Eterno nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley.”


De la misma manera como comprendemos cuando alguien pregunta, ¿quién fue la madre de Adán, o la de Eva?, pues, sabemos que Dios los creó a través del Hijo (Juan 1:2; Colosenses 1:15-17; Hebreos 1:2), de la misma forma podemos entender que Dios es omnipotente (Génesis 17:1) y que para Él nada es imposible (Lucas 1:37).

En Génesis 17:1 (NRV), dice,


“Cuando Abram tenía 99 años de edad, se le apareció el Eterno y le dijo: ‘Yo Soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí, y sé perfecto’.”

Dios pudo desear que de Él saliera o naciera lo que a Él así le placiere pues, ¡por eso Él es Dios!, ¿no nos parece? (Proverbios 8:22-25; Miqueas 5:2; 1ª Corintios 2:24; 30; Juan 1:1; 16: 27, 28; 1ª Juan 5:1; Isaías 66:9.)
Dios pudo haber creado a Adán y a Eva en un solo acto único; pero, lo cierto es que lo dividió en dos procesos o etapas: creó a Adán primero, y luego Eva salió de Adán (Génesis 2:7, 21- 24; 1ª Corintios 11:3, 8, 12).


“Pero quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo… Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre… Porque, así como la mujer procede del hombre, así también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.” (1ª Corintios 11:3, 8, 12; RV, 1960)


De la misma manera como Adán estuvo primero, y luego Eva salió o procedió de Adán, así también Dios estuvo primero, siendo el Anciano de Días (Daniel 7:13), luego, de Dios salió o nació el Hijo (Proverbios 8:22-25; Miqueas 5:2; Juan 16:27, 28).

¿Por qué no fueron tres los seres humanos creados al principio, sino solo dos? ¡Muy simple! Solo dos Seres estuvieron involucrados en la creación: El Padre y el Hijo (Génesis 1:2, 26; Hebreos 1:1-3; Efesios 3:9.)

En Génesis 1:26, dice,

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”


Las expresiones están en plural (hagamos, nuestra); y sabemos, por varias citas de la Biblia, como, por ejemplo: Proverbios 8:30; 30:4; Juan 1:2, 3; Hebreos 1:2; Colosenses 1:15-17, que ese plural incluía a dos Seres divinos envueltos en la creación; se refiere a Dios, el Supremo Todopoderoso, y a su Hijo.


Por tanto, había dos Seres divinos creando; no uno, pero tampoco tres; solo dos. Por eso, Dios creó a un ser humano primero, para establecer la semejanza de que Él estuvo primero; luego, Eva salió o procedió de Adán, para revelarse la semejanza de que el Hijo salió o procedió después del Padre.

En la Biblia no hay nada al azar, solo planeación de un Dios infinito en inteligencia. “Yo que hago nacer, ¿no daré a luz? -dice el Eterno-. ¿Yo que hago engendrar, seré detenido?"-pregunta tu Dios.” (Isaías 66:9; NRV.)


Hemos encontrado lo que nos presenta la Sagrada Escritura: Cristo es Hijo de Dios, NO por creación, ni por adopción; tampoco porque haya resucitado, porque en ese momento fue "declarado con poder", pero no que se haya convertido en Hijo por primera vez.


Cristo NO es solo Hijo de Dios por su encarnación, sino que es Hijo porque nació de su Padre Dios en la eternidad pasada; y por eso es Divino.


Dios envió al mundo perdido un Hijo desde el cielo, y no a un Dios colega que se convertiría en Hijo.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él." (Juan 3:16-17.)


"En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." (1ª Juan 4:9-10.)

"El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" (Romanos 8:32.)


"¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?" (1ª Juan 5:5.)


Satanás lo sabe muy bien; el creer que Jesucristo es "Hijo del Padre, en verdad y en amor (1ª Juan 3:18), no de mentira, es un poder para vencer al pecado en la carne caída; de ahí que el diablo combata tanto esta verdad de la Biblia.


Observemos, finalmente, la manera como la profetisa Elena G. de White confirma su aceptación de que Jesús es Hijo desde el cielo, y no solo desde su encarnación en la tierra.

“Dios…. ha dado a su Hijo Unigénito - no un hijo por creación, como son los ángeles, no un hijo por adopción, como el pecador perdonado -, sino un Hijo engendrado en la expresa imagen de la persona del Padre…” -Signs of the Times [Señales de los Tiempos], 30 de Mayo, 1895.


“El Padre Eterno, inmutable, que dio a su Hijo unigénito, arrancó de su seno a Aquel quién había sido hecho en la expresa imagen de su persona, y lo envió abajo a la tierra a revelar cuán grandemente él amaba a la humanidad.” (Advent Review and Sabbath Herald [Revista Aventista], 9 de Julio de 1895.)


“Dios es el Padre de Cristo; Cristo es el Hijo de Dios. A Cristo ha sido dada una posición exaltada. Él ha sido hecho igual con el Padre. Todos los consejos de Dios están abiertos para su Hijo.” (Testimonios, Vol. 8, p. 268; Joyas de los Testimoninios, Vol. 3, págs. 266, 267. (Año 1904.)

“En su encarnación Él ganó en un nuevo sentido el título de Hijo de Dios. Dijo el ángel a María, -El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios. - Lucas 1:35. Mientras era Hijo de un ser humano, Él se volvió el Hijo de Dios en un nuevo sentido.” (Mensajes Selectos, Vol. 1, págs. 265-266.)


Es tan claro que no hay posibilidad para la duda. Es Hijo desde el cielo, y en la tierra es Hijo en un nuevo sentido.

¡Bendiciones!

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