ELENA G. DE WHITE, LOS PIONEROS Y MATEO 28:19

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Si Mateo 28:19 (última parte) es un agregado temprano a ese evangelio, ¿por qué los pioneros, incluyendo la profetisa Elena G. de White, no se enteraron?

¿Por qué usaron en sus escritos una porción de la Biblia tan conflictiva?

La fórmula bautismal de Mateo 28:19, la cual los apóstoles debían seguir cuando ellos fueran a bautizar, consistía en bautizar "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". No obstante, al examinar los pasajes del libro de los Hechos, no hay evidencia alguna sobre si los apóstoles usaron alguna vez esta fórmula bautismal al bautizar a los que creían, sino que la evidencia es contundentemente distinta al respecto, pues los apóstoles bautizaron siempre a los judíos y a los gentiles “en el nombre de Jesucristo”.

Pero, según estudiosos en el tema de la historia bíblica, las palabras “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” fueron añadidas años después por alguna persona para intentar apoyar algún propósito personal o desconocido.

Esta información podría estar de acuerdo con las palabras de Elena G. de White, la cual afirma que Dios le mostró que algunas palabras de la Biblia fueron modificadas en algún tiempo en la antigüedad.

Estas son sus declaraciones,

"Vi que Dios había protegido la Biblia en forma especial; sin embargo, cuando sólo había pocos ejemplares, algunos eruditos en ciertos casos modificaron las palabras con la idea de aclarar su sentido, pero en realidad estaban con-fundiendo lo que era claro al torcer su significado para que concordara con sus opiniones establecidas, condicionadas a su vez por la tradición. Pero vi que la Palabra de Dios, en conjunto, es una cadena perfecta, y que una porción se ensambla con la otra y la explica. Los verdaderos buscadores de la verdad no necesitan errar; porque la Palabra de Dios no es sólo clara y sencilla al presenciar el camino de la vida, sino que se da el Espíritu Santo como guía para comprender el camino de la vida que ella revela." -La Historia de La Redención, p. 410; también aparece en su libro: Primeros Escritos, págs. 220, 221.

Ahora bien, existe una dificultad que debe ser resuelta, ya que la señora White usó innumerable de veces la expresión de Mateo 28:19.

ELENA WHITE Y EL USO DE MATEO 28:19.

Esta realidad es la que toman muchos intérpretes y teólogos adventistas para suponer que Elena White haya cambiado de creencia en algún momento.

Citemos unos pocos ejemplos:

▪ El Deseado de Todas Las Gentes, p, 758.

▪ Hechos de Los Apóstoles, págs. 23 y 229.

▪ Alza Tus Ojos, págs. 110, 146.   

▪ Mensajes Selectos, vol. 1, p. 19.

▪ Joyas de los Testimonios, vol. 2, p. 396.

▪ Hijos e Hijas de Dios, p.17.

En todas esas citas y muchas otras más, Elena G. de White aplica lo que ella conocía de Mateo 28:19, tomando como válida dicha expresión del pasaje, lo cual es muy común por parte de la profetisa, pues lo mismo hace en otros casos también, en donde ella comenta textos y los coloca en otro escenario, para extraer alguna aplicación o devoción ocasional.

Esa fue la luz que recibió, y es que Dios nunca nos pide cuenta de lo que se desconoce.

"Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene." (2ª Corintios 8:12.)

Así, vemos que Martín Lutero en su tiempo actuó según lo que tuvo, aun conservando muchos grandes errores, pero cumplió ante Dios al defender la salvación por la fe sin obras (Efesios 2:8-9).

A la Iglesia de Tiatira se le dijo esto,

"Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga." (Apocalipsis 2:24-25.)

Dios no es injusto. ¡Alabado sea su Nombre!

Tampoco William Miller aceptó el tema del Santuario, y así murió; sin embargo, según Elena White, será salvo. ¿Qué les parece?

De modo que aquellos que usan como argumento que Elena White usó ese texto de Mateo 28:19 muchas veces, al igual que el resto de los pioneros adventistas, como una licencia, o para validarlo, o para no avanzar, estarían diciendo con su postura conservadora que Dios está muerto y que no tiene más verdad para dar a sus hijos antes del cese de la gracia.

Cada persona tendrá que dar cuenta a Dios de la luz recibida y vivida.

 "...Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala." (Eclesiastés 12:14.)

Lo que Dios les pedirá a los pioneros adventistas, incluyendo a Elena White, no será exactamente lo mismo que a aquellos que vivan en los días finales de la historia de este mundo. De eso no debe haber duda en ningún creyente.

"La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta llegar al pleno día." (Proverbios 4:18; NRV.)

Ahora miremos esta cita,

"Nadie llegue a la conclusión de que no hay más verdad para ser revelada.... Grandes verdades descuidadas y despreciadas durante siglos serán reveladas por el Espíritu de Dios, y nueva significación brillará repentinamente de textos familiares. Cada página será iluminada por el Espíritu de verdad. La Biblia no está sellada, sino abierta al estudio." -Elena G. de White, Consejos Sobre La Obra de La Escuela Sabática, págs. 36, 37.

¿Es Mateo 28:19 un texto familiar? ¡Por supuesto que SI!

¿Tuvieron los pioneros adventistas a su alcance las informaciones históricas que existen acerca de Mateo 28:19, parte final?

Quizás no todas, pero muchas de ellas estuvieron a su disposición; no lo sabemos del todo o posiblemente ellas no fueron de su interés.

Sin embargo, hoy nosotros estamos impelidos a caminar en la luz que armoniza con Mateo 28:19 en relación con aquellos pasajes que nos dicen que el bautismo era realizado por la Iglesia cristiana del primer siglo, en el nombre de Jesucristo (Hechos 2:38), y no como aparece en Mateo 28:19.

Nosotros, a quienes la luz les ha alcanzado, somos responsables, tanto ante Dios como ante el prójimo que desconoce la información correcta, por el mal o el buen uso que hagamos de Mateo 28:19.

Lo interesante de todo esto es que, aún Elena White habiendo usado este pasaje, nunca lo comentó para dar la comprensión de un Dios trinitario.

Notemos estas palabras,

“Antes de dejarlos, Cristo les dio a Sus seguidores una promesa positiva de su ascensión Él les enviaría el Espíritu Santo… Id pues, dijo, enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre [un Dios personal], y del Hijo [un Salvador personal], y del Espíritu Santo [enviado del cielo a representar a Cristo]: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén."(Mateo 28:19-20). -Elena G. White, Manuscript Releases, vol. 12, pág. 260.

LOS PIONEROS TAMBIÉN USARON A MATEO 28:19.

Y, como si esto fuera poco, lo mismo encontramos en los demás pioneros, pues ellos tampoco le dan un uso a Mateo 28:19 como evidencia de una Trinidad, pues ellos repudiaron ese dogma.

Notemos un caso,

▪ “Cuando bautizamos en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:19), por esto expresamos nuestra creencia en la existencia de un Dios verdadero, la mediación de su Hijo, y la influencia del Espíritu Santo.” (Uriah Smith, Bible Student’s Assistant, págs. 21-22.)

Tanto Elena White como Uriah Smith presentan al Padre como el “un Dios”, a Cristo como su Hijo, y el Espíritu es mostrado para un propósito divino.

Todas esas declaraciones presentan solo al Padre como el “un Dios”, a Cristo como Su Hijo, y al Espíritu como una influencia divina con un propósito, y no como un Dios colega o persona distinta del Padre y el Hijo. Y esto lo sabe todo teólogo o pastor honesto dentro de la organización adventista actual.

Ninguno de aquellos que defienden a Mateo 28:19, en su parte final, sea de creencia trinitaria o antitrinitaria, ha podido presentar hasta el día de hoy, un estudio o investigación que se conecte coherentemente con aquellos pasajes en donde se da cuenta que los discípulos bautizaban siempre y sin excepción "en el nombre de Jesucristo", y que también armonice con Romanos 6:3 y Colosenses 2:12. Ninguna resiste el peso de la evidencia.

Observemos los pasajes señalados,

▪ "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva." (Romanos 6:3-4.)

"Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos." (Colosenses 2:12.)

Siendo que la hermana White y los demás pioneros hoy descansan en sus tumbas, les preguntamos con todo respeto y amor a los que están entre los vivos, ¿por qué hemos de ser bautizados en el nombre del Padre o del Espíritu Santo, si ellos no murieron ni fueron introducidos en una tumba?

Aspectos Relevantes.

Hagamos una revisión, y veamos las distintas fuentes que nos hablan del problema que existe con Mateo 28:19, última parte.

Lo primero que diremos es que muchos no trinitarios se han enfocado en la historia de la Iglesia Cristiana en tiempo de la celebración del Concilio Ecuménico de Nicea (325 d.C.) para decir que ahí fue que se hizo el cambio en Mateo 28: 19, pero ese no es el caso.

LA FECHA DEL CAMBIO.

 ¡Sorpresas!

Los cambios a Mateo 28: 19 se efectuaron en una época muy temprana, y no en tiempo de Constantino. Es verdad que ese emperador ayudó a secularizar a la Iglesia Cristiana, y hasta fomentó la apertura de la Iglesia al paganismo, secundado por los líderes religiosos de la época con el fin de ver las filas de la Iglesia crecer, y buscar favores del gobierno.

En el 321 d.C. Constantino expidió la Primera Ley Dominical. Sin embargo, durante el Concilio de Nicea se discutió acerca de la completa Divinidad del Hijo de Dios. En Nicea se tejieron las bases para futuras posturas para lo que más adelante se convertiría en el dogma universal para el cristianismo que salió de Roma. Además, al dogma de la Trinidad se le terminó de dar forma en el Concilio de Constantinopla en el 381 d.C. donde se analizó al Espíritu Santo como una persona divina distinta al Padre y al Hijo.

Ahora bien, es importante destacar que el evangelio de Mateo se escribió en idioma hebreo o arameo, que era lo que se hablaba mayormente entre los judíos del tiempo del siglo primero.

La evidencia interna que demuestra que Mateo se escribió en hebreo es comprobable desde el siguiente pasaje,

▪ "He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. (Mateo 1:23.)

Observe que quien hizo la traducción del idioma hebreo al griego es quien escribe "...que traducido es..."; porque Mateo estaba escrito primero en hebreo (o, en el idioma arameo, idioma hermano del hebreo).

Veamos una segunda evidencia interna en el mismo evangelio de Mateo en señal de traducción,

▪ "Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy." (Mateo 28:15.)

Esa expresión: "hasta el día de hoy" se refiere al momento cuando la persona desconocida que dobló el evangelio de Mateo del hebreo (o arameo) al griego, realizaba su labor.

Y es sumamente impresionante que esa expresión ("hasta el día de hoy") aparezca muy cerca del pasaje conflictivo, es decir, del verso 19.

La evidencia externa o extrabíblica de que ese evangelio de Mateo fue escrito en hebreo o arameo la encontramos en las siguientes declaraciones de personas que estuvieron más cerca del siglo primero que los eruditos y teólogos que viven en nuestros días.

Veamos cómo la historia documentada por hombres del pasado nos muestra de manera abrumadora que Mateo fue escrito originalmente en idioma hebreo y no en griego.

PAPÍAS (estudiante de Juan, citado por Eusebio, 150-170 EC): "Mateo compuso las palabras el dialecto hebreo, y cada cual tradujo como pudo. (Eusebio, Historia Eclesiástica 3:39.)

IRENEO (estudiante de Juan, 150-170 EC): "Mateo también produjo un evangelio escrito entre los hebreos en su propio dialecto..." (Ireneo, Contra las Herejías, 3:1).

ORÍGENES (citado por Eusebio, 210 EC): "El primero [evangelio] está escrito según Mateo, el mismo que fue una vez colector de impuestos, pero después un emisario de Jesucristo quien, habiéndolo publicado para los creyentes judíos, lo escribió en hebreo." (Eusebio, Historia Eclesiástica 4:25).

EUSEBIO (315 EC): "Mateo también, habiendo proclamado primero el evangelio en hebreo, cuando al punto de ir también a otras naciones, lo puso por escrito en su lengua nativa, y así suplió la falta de su presencia para ellos por medio de sus escritos." (Eusebio, Historia Eclesiástica 3:24).

PANTENUS: "Penetró tan lejos como donde se informa que halló el evangelio según Mateo, que había sido entregado antes de su llegada a alguien que tenía el conocimiento del Mesías, a quien Bartolomé, uno de los emisarios, como se dice, había predicado, y les había dejado ese escrito de Mateo en letras hebreas." (Eusebio, Historia Eclesiástica 5:10.)

EPIFANIO (370 EC): "Ellos [los Nazarenos] tienen el evangelio según Mateo muy completo, en hebreo, porque este evangelio se preserva ciertamente entre ellos como fue escrito, primeramente, en letras hebreas." (Epifanio, Panarion 29, 9:4.)

 JERÓNIMO (382 EC): "Mateo, quien es también Leví, y de colector de impuestos vino a ser un emisario, primero de todos los evangelistas, compuso un evangelio del Mesías en Judea en el idioma y caracteres hebreos, para beneficio de los de la circuncisión que habían creído; ¿quién lo tradujo al griego?, no es suficientemente seguro. Además, el hebreo mismo se preserva hasta este día en la Biblioteca de Cesarea, la cual el mártir Pamfilus tan diligentemente coleccionó. También me permitieron los nazarenos que usan ese volumen en la ciudad Siria de Boroea, copiarlo. En el cual hay que notar que, siempre que el evangelista... hace uso de los testimonios de la antigua Escritura, no sigue la autoridad de los setenta traductores, sino la del hebreo [el Texto Masorético]. (Jerónimo, De Hombres Ilustres 3:36.)

"Pantenus encontró que Bartolomé, uno de los doce emisarios, había predicado allí [en India] el advenimiento de nuestro Señor Jesucristo según el evangelio de Mateo, que estaba escrito en letras hebreas, y el cual, al volver a Alejandría, trajo consigo." (Jerónimo, De Hombres Ilustres 3:36.)

¿Necesitamos más evidencias? El que las necesite, pues, que continúe indagando, pero de nuestra parte es más que suficiente.

"Para el que decide NO creer, TODA prueba es insuficiente; para el que decide creer, NINGUNA evidencia hace FALTA."

El evangelio de Mateo fue escrito en idioma hebreo; y para aquellos que se detienen preguntando de si era hebreo o arameo, eso es inútil, y no reviste importancia; lo que sí es relevante es que se hizo una traducción, y ahí fue que se hizo el atentado.

Reiteramos, ¿cuál es la importancia de haber sido escrito en ese idioma? Muy sencillo. Cuando se hizo la traducción del idioma hebreo al griego, se infiere que se hizo la añadidura de las palabras "del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

¿Es esto una simple inferencia?

No, porque esos mismos historiadores indican que la versión que estaba en la Biblioteca de Cesarea no tenía esa mención "del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", sino solo la expresión "en mi nombre", la cual sí armoniza con los evangelios de Marcos y Lucas, así como con Los Hechos de los Apóstoles y varias cartas, como son Romanos, Gálatas y Colosenses.

Y es que la Biblia es una cadena armoniosa; cuando algo falta o sobra, no es tan difícil notarlo.

Por tanto, en el siglo IV y en la época del Concilio de Nicea (325 d.C.) circulaban las dos versiones, la original, la cual era la minoría y hasta que la desaparecieron, y la versión cambiada, la cual incluía las palabras agregadas "del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", y esa es la razón de por qué Eusebio citó de ambas fuentes.

No se trata de una Antonomasia (antonomasia [latín: antonomasĭa; griego: ἀντονομασία = antonomazein', 'nombrar diferente']; una sinécdoque que consiste en poner el nombre apelativo por el propio, o el propio por el apelativo. Tomado de la wikipedia.)

La historia está bien documentada para desventaja de aquellos que desean defender lo indefendible.

Evidencias Históricas del cambio hecho al evangelio de Mateo.

Veamos ahora rastros del cambio realizado.

EUSEBIO DE CESAREA.

Eusebio de Cesarea, conocido como Eusebius Pamphili (265-339 d.C.), fue obispo de Cesarea y se le conoce como el padre de la historia de la Iglesia porque sus escritos están entre los primeros relatos de la historia del cristianismo primitivo. Cuando fue proclamado Obispo de Cesárea tuvo acceso a la famosa Biblioteca de Cesárea donde constató el original de Mateo 28:19 más antiguo almacenado allí. Observemos su testimonio acerca de las palabras verdaderas que Mateo plasmó en su evangelio en el Capítulo 28 verso 19. "El Señor dijo a Sus discípulos: Id, y haced discípulos de todas las naciones en Mi Nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado...” (Libro III, Capítulo 6,132 (a), p. 152.)

▪ “Id y haced discípulos de todas las naciones en Mi Nombre." (Libro IX, Capítulo 11, 445.)

Aparecen varias menciones con esa misma tonalidad. Las anteriores citas de Eusebio reflejan el verso como él lo leyó del texto en la biblioteca en Cesárea: "Id vosotros a todo el mundo y haced discípulos de todas las naciones en Mi Nombre". (Mateo 28:19.)

Acerca de Eusebio de Cesarea, el autor Frederick Cornwallis Conybeare (1856-1924), quien era un orientalista británico, miembro del University College de Oxford, y profesor de Teología en la Universidad de Oxford, dio testimonio de este hecho y escribió:

“De los testigos patrísticos del texto del Nuevo Testamento, tal como estaba en los manuscritos griegos alrededor del 300 al 340, ninguno es tan importante como Eusebio de Cesarea, puesto que vivía en la mayor biblioteca cristiana de la época, aquella que Orígenes y Pamphilus habían reunido. En su Teofanía, que se conserva en una versión siríaca antigua, de un códice de Nitria escrito en el año 411 {que está} en el Museo Británico, en su famosa Historia Eclesiástica y en su panegírico del emperador Constantino. Tras una moderada búsqueda en estas obras de Eusebio, he hallado dieciocho citas de Mateo 28:19, y siempre en la forma siguiente: 'Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado'.”

▪BIBLIA DE JERUSALÉN.

Al indagar la versión de la Biblia de Jerusalén descubrimos la nota al pie de la página que dice:

"Es posible que esta fórmula se resienta, en su precisión, del uso litúrgico establecido más tarde en la comunidad primitiva. Es sabido que los Hechos hablan de bautizar en el nombre de Jesucristo..."

EL CATECISMO DEL VATICANO.

El Catecismo de la Ciudad del Vaticano admite que el texto fue modificado:

"En Cristo. La Biblia nos dice que los cristianos son bautizados en Cristo Jesús... que pertenecen a Cristo. En Hechos de los Apóstoles (2:38; 8:16; 10: 48; 19:5) dice: “bautizándolos en el nombre [personal] de Jesucristo. Una mejor traducción sería: dentro del nombre [persona] de Jesucristo.” (Catecismo del Vaticano; Traducido de la pág. 164.)

ENCICLOPEDIA CATÓLICA, 1967, Edición 2, Vol. 2 págs. 56-59.

"Una referencia explícita a la fórmula trinitaria bautismal no es encontrada en los primeros siglos.”

ENCICLOPEDIA CATÓLICA, Tomo II, pág. 263. "La fórmula bautismal fue cambiada de 'el nombre de Jesucristo' por las palabras 'Padre, Hijo, y Espíritu Santo' por la Iglesia Católica en el siglo segundo."

PAPA BENEDICTO XVI.

El Cardenal Joseph Ratzinger, conocido hoy en día como el Papa Benedicto XVI, reconoció en su libro “Introducción al Cristianismo”, páginas 50-51 lo siguiente:

“La forma básica de nuestra profesión de fe se manifestó durante el transcurso de los siglos II y III en relación con la ceremonia del bautismo. En cuanto a su lugar de origen se refiere, el texto (Mateo 28:19) llegó desde la ciudad de Roma. El bautismo de la Trinidad y el texto de Mateo28:19, por tanto, no se originó en la Iglesia original que se inició en Jerusalén alrededor del año 33."

Veamos otras fuentes, fuera de los católicos.

Encyclopedia of Religion and Ethics (Enciclopedia de Religión y Ética), en re-ferencia a Mateo 28:19, dice:

"La obvia explicación del silencio del Nuevo Testamento sobre el nombre trino, y el uso de la otra fórmula bautismal (en el nombre de Jesucristo) en las epístolas de Los Hechos y de Pablo, muestra que ésta otra fórmula (la de los Hechos y de los Apóstoles) fue anterior, y que la fórmula trinitaria es una copia tardía."

Edmund Schlimk, La Doctrina del Bautismo, pág. 28, dice:

"El mandamiento bautismal en su forma de Mateo 28:19 no puede ser el histórico origen del bautismo cristiano. A lo sumo, debe ser asumido que este texto ha sido transmitido en forma expandida por la Iglesia Católica."

El Nuevo Testamento de Tyndale, Comentarios, Tomo I, pág. 275, puntualiza:

"Es frecuentemente afirmado que las palabras 'en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo', no son ipsissima verba [las palabras exactas] de Jesús... sino una adición litúrgica posterior."

Wilhelm Bousset, Kyrios Christianity (El Cristianismo del Señor), pág. 295, dice:

"El testimonio para la distribución de la simple fórmula bautismal [en el Nombre de Jesucristo] realizada ampliamente durante el segundo siglo, es tan abrumadora que no deja dudas que en Mateo 28:19, la fórmula Trinitaria fue insertada posteriormente."

El Diccionario Hasting de la Biblia de 1963, pág. 1015, dice:

"El texto Trinitario supremo en el Nuevo Testamento es la fórmula bautismal en Mateo 28:19. Este tardío dicho post resurrecional, no se ha encontrado en ningún otro Evangelio o en ninguna otra parte en el Nuevo Testamento, y ha sido visto por algunos escolares como una interpolación dentro de Mateo. También ha sido dicho que la idea de 'hacer discípulos' es continuada en 'enseñándoles', de modo que la interviniente referencia al bautismo con su fórmula Trinitaria fue una inserción posterior dentro del dicho. Finalmente, la forma de Eusebio en el texto antiguo 'en mi nombre' en vez de aquel 'en el nombre de la Trinidad', ha tenido ciertos abogados. Es sin duda mejor el ver la fórmula Trinitaria como derivada de los primeros católicos."

Enciclopedia Schaff-Herzog de Conocimiento Científico, pág. 435, dice:

"Jesús, sin embargo, no pudo haber dado a sus discípulos esta orden trinitaria de bautismo después de su resurrección; porque el Nuevo Testamento conoce un solo bautismo en el nombre de Jesús (Hechos 2:38; 8:16; 10:43; 19:5; Gálatas 3:27; Romanos 6:3; 1 Corintios 1:13-15), que todavía ocurre incluso en los siglos segundo y tercero, mientras que la fórmula trinitaria ocurre solo en Mateo 28:19, y luego solo nuevamente [en] Didajé 7:1 y Justino, Apologéticas 1:61... Finalmente, el carácter claramente litúrgico de la fórmula... es extraño; no era la manera de Jesús hacer tales fórmulas... la autenticidad formal de Mateo 28:19 debe ser cuestinada..."

Enciclopedia Estándar Internacional de la Biblia, Volumen 4, pág. 2637, bajo “Bautismo”, dice:

"Mateo 28:19 en particular solo canoniza una situación eclesiástica posterior, la cual es universalmente contraria a los hechos de la historia cristiana antigua, y la fórmula Trinitaria es ajena de la boca del Señor Jesucristo."

Biblia Nueva Versión Estándar Revisada, dice sobre Mateo 28:19: "Los críticos modernos claman que esta fórmula es falsamente adscrita al Señor Jesucristo y que representa posterior tradición católica, porque en ninguna parte en el libro de los Hechos de los Apóstoles (o en ningún otro libro de la Biblia) el bautismo es realizado con el nombre de la Trinidad."

Tom Harpur, antiguo editor sobre religión del periódico Toronto Star, en su libro: Por el Amor de Jesucristo, pág. 103,nos informa:

"Todos aún hasta los más conservadores escolares concuerdan que al menos la última parte de su comisión [la parte trinitaria de Mateo 28: 19] fue insertada posteriormente. La fórmula Trinitaria no ocurre en ninguna otra parte en el Nuevo Testamento, y nosotros sabemos de las únicas evidencias disponibles [el resto del Nuevo Testamento] que la iglesia primitiva no bautizaba a las personas usando estas palabras: 'en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo', pues el bautismo era 'dentro' o 'en' en el nombre del Señor Jesucristo solamente. Por lo tanto, es dicho que el verso originalmente leía: 'bautizándolos en mi nombre' y luego fue cambiado y expandido por el trabajo del dogma Trinitario Católico posterior."

 ▪ Estudio del Texto del Nuevo Testamento, por Randall Duane Hughes, dice:

"Hay un verso en Mateo (Mateo 28:19) que tiene un problema.... Sin embargo, parece que hay pocos que están dispuestos a creerlo a pesar de la evidencia en contra de este pasaje, debido al peso que lleva en la tradición de la Iglesia Católica Romana."

Traducción del Nuevo Testamento de James Moffett, en una nota al pie en la página 64 sobre Mateo 28:19 hace esta declaración:

"Puede ser que esta fórmula (trinitaria), en lo que respecta a la plenitud de su expresión, sea un reflejo del uso litúrgico (católico) establecido más tarde en la comunidad primitiva (católica). Se recordará que Hechos habla de bautizar 'en el nombre de Jesús'."

Universidad Católica de América en Washington, D. C., 1923. Estudios del Nuevo Testamento, Número 5: El Mandamiento del Señor de Bautizar. Una Investigación Crítica Histórica; por Bernard Henry Cuneo, pág. 27, dice:

"Los pasajes de Hechos y las Cartas de San Pablo. Estos pasajes parecen apuntar a la forma más antigua como el bautismo 'en el nombre del Señor'... ¿Es posible reconciliar estos hechos con la creencia de que Cristo ordenó a sus discípulos bautizar en forma trina? Si Cristo hubiera dado tal mandato, se insiste, la Iglesia Apostólica lo habría seguido, y deberíamos tener algún rastro de esta obediencia en el Nuevo Testamento. No se puede encontrar tal rastro. La única explicación de este silencio, según el punto de vista antitradicional, es que la fórmula cristológica corta (en el Nombre de Jesús) fue (la) original, y la fórmula trina más larga fue un desarrollo posterior."

A esta altura de nuestra investigación deseamos destacar aquí que nosotros no podemos probar que el versículo de Mateo 28:19 haya sido modificado por la Iglesia Católica; sin embargo, lo que sí sabemos es lo siguiente:

▪ El pasaje fue alterado muy temprano en la historia, posiblemente en el siglo II, o el tercero, cuando se tradujo ese evangelio del idioma hebreo (¿arameo?) al griego.

▪ La Iglesia Católica confiesa haberlo cambiado; si esto es cierto, ella debe referirse al origen temprano del desarrollo de donde ella nace.

▪ Eusebio, que vio los manuscritos más antiguos, cuando citó este versículo, escribió que decía: En Mi nombre (el de Jesucristo).

Por tanto, nosotros creemos que la mayoría estará de acuerdo en que el peso de la evidencia es abrumador, en el sentido de que Mateo 28:19 debería haber leído en mi nombre.

Nosotros hemos encontrado tres razones fundamentales para impugnar ese pasaje, y estas son las siguientes:

El Motivo Textual. Las evidencias internas dan lugar para creer que el evangelio de Mateo fue traducido (Mateo 1: 23; 28:15). En esa traducción del hebreo al griego se agregaron las palabras conflictivas "del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".

El Motivo Literario. La orden original que los discípulos usaron al bautizar fue siempre y sin excepción en el nombre de Jesucristo: Hechos 2: 38; 8:16; 10:43; 19:5; Romanos 6:3; Gálatas 3:27; Colosenses 2:10-12. Si esto fue su normativa, y lo fue, no hay razón para pensar que ellos se inventaron esa orden de su propia iniciativa. Por tanto, la evidencia escritural muestra que ellos obedecieron un mandato recibido por Cristo mismo, según lo registran los evangelios de Marcos (16:15-17) y Lucas (24:45-48).

El Motivo Histórico. En el aspecto histórico existe suficiente evidencia de cierta credibilidad en el sentido de que el evangelio de Mateo fue escrito en hebreo y luego fue traducido al griego; por ende, se atribuye el agregado al capítulo 28 y el verso 19 a partir de la palabra "nombre" y con la mención de las expresiones "del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo". Los datos apuntan a que esto se hizo por alguien desconocido alrededor del siglo II, o el siglo siguiente. El texto original hoy no existe, pero el más cercano diría como lo presenta Eusebio de Cesarea, al decir esto:

"Con una sola palabra y voz dijo a sus discípulos: 'Id, y haced discípulos a todas las naciones en mi nombre, enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado'. Ese 'Nombre' es Jesús." (Eusebio de Cesarea, La Demonstratio Evangelica, pág. 152.)

Infelizmente, son muchos los que hallan consuelo al apoyarse en tres fuentes históricas que citaremos a continuación para defender el texto de Mateo 28: 19 por completo:

La Didajé, p. 1 (año 125 d.C.), menciona el texto de Mateo 28:19 de manera completa y la forma acortada. Esta supuesta prueba en vez de legalizar el texto completo, lo pone al descubierto, dando evidencias de que es en el siglo II cuando se hace el cambio. Posiblemente, el que estuvo a cargo de la escritura de ese libro fue parte de la traducción de Mateo, o conocía a quien realizó la traducción, o a los responsables y, si no fueron ninguna de estas posibilidades, simplemente copió de la versión adulterada, pero también pudo tener acceso de la versión original, pues en dicho libro se mencionan la versión completa de Mateo 28:19 y la versión acortada "en el nombre de Jesucristo".

Debe decirse también que el libro La Didajé (año 125 d.C.), es la misma fuente que muy temprano apoyaba el domingo como día de descanso, y el bautismo infantil por aspersión. Es un gran caballo de Troya.

Diatesaron, p. 4 (año 170 d.C.). Igualmente, se apoyan en Tertuliano con el libro Diatesaron, p. 4, (170 d.C.), pero resulta que es el tiempo, según sostienen varias fuentes seculares y católicas, del atentado contra el cambio del evangelio de Mateo; es decir, el siglo II. Además, es el primer autor cristiano en usar el término Trinidad. ¿Es esto una casualidad? No, en lo absoluto; es un caballito de Troya.

Sobre Los Concilios de Arminun y Seleucia, tomo 2, p. 28 (360 d.C.). Usan a Atanasio, con la obra "Sobre Los Concilios de Arminun y Seleucia, tomo 2, p. 28 (año 360 d.C.), pero curiosamente es el tiempo posterior a Nicea, y se trata del mismo obispo que defendió en el 325 d.C. los fundamentos de lo que llegaría a ser en el 381 d.C., en Constantinopla, el dogma de la Trinidad.

¡Qué tragedia el ver a cristianos no Trinitarios envueltos en una defensa indefendible cuando usan estos recursos para validar a Mateo 28:19 (última parte), desconociendo que son la cuna u origen del fraude más grande del cristianismo!

CONCLUSIÓN.

MATEO 28:19, ELENA DE WHITE Y LOS PIONEROS.

Ahora bien, si Elena G. de White nunca cambió su posición de No Trinitaria, y siendo que ella recibió el don de profecía, ¿por qué, entonces, la señora Elena White, nunca objetó el pasaje de Mateo 28: 19, en donde ella usa la frase "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”?

¿Escogió ella antes de morir la postura trinitaria, como alegan muchos?

Si Mateo 28:19 no es genuino del todo, pero ella usó la frase final del pasaje bajo estudio, ¿podemos concluir por eso que Elena G. de White es una profetisa falsa?

Definitivamente, NO.

En 1898 Elena White escribió en su libro El Deseado de Todas Las Gentes, pág. 625, una expresión que es usada para la defensa trinitaria adventista moderna ("la tercera persona de la Divinidad"), pero que se referían al Espíritu de Cristo, y no a alguien distinto a Él.

Sin embargo, veamos las siguientes palabras de ella, fechadas en 1905, escritas después de las que aparecen en 1898, en El Deseado de Todas Las Gentes, pág. 625, las cuales comprueban que ella nunca dejó de creer en los Principios Fundamentales, los cuales fueron siempre NO trinitarios, y comprobemos si ella cambió sus creencias:

"Ni una sola palabra ha sido cambiada o anulada. Fueron revelados los pilares y aceptamos Los Principios Fundamentales que han hecho de nosotros lo que somos: adventistas del séptimo día, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús." - (Carta 326, del 4 de Diciembre de 1905, dirigida a W. C. White; Alza Tus Ojos, pág. 351.)

¿Eran los Principios (Creencias) Fundamentales no trinitarios? Si, todo el tiempo, hasta que fueron cambiados en 1931, 15 años después de ella morir. Pero ella dice que sus creencias no habían sido anuladas ni cambiadas, y eso era el año 1905.

¿A quién le creeremos? ¿A los teólogos post pioneros o, a ella en 1905?

Los pioneros escribieron muy parecido a lo que Elena White escribiera.

Siendo no trinitarios, ellos duplicaron las expresiones de Elena White, pues todos ellos usaron las palabras "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", y las aceptaron como siendo parte integral del evangelio de Mateo. No hay duda sobre eso. Y es que de ellos no se podía esperar algo distinto, en vista de que esa fue la luz que tuvieron en su tiempo.

La ilegitimidad de la frase bautismal de Mateo 28:19 no le fue revelada ni siquiera a la profetisa; de modo que no es raro que también ellos usaran dichas expresiones también.

No olvidemos que en cada época hay un nuevo desarrollo de la verdad, un mensaje de Dios para el pueblo de esa generación.

Las viejas verdades son todas esenciales; la nueva verdad no es independiente de las viejas, sino un desarrollo de ellas.

Uno de los aspectos descollantes que deberíamos tener presente es que, aun siendo cierto que los profetas son favorecidos con la inspiración del Espíritu Santo al recibir algunas informaciones, eso no quiere decir que ellos lo supiesen todo, pues en algunos casos no siempre entendieron ni las mismas revelaciones que recibieron.

Tal fue el caso del profeta Daniel, a quien después de recibir una visión que lo dejó preocupado, se le indicó lo siguiente:

“Yo oí, pero no entendí. Y pregunté ‘Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?’ El respondió: ‘Anda, Daniel, estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin’.” (Daniel 12: 8, 9.)

Por consiguiente, la función de un profeta se limita a proclamar apenas lo que ha visto o recibido y no siempre lo entiende todo, y cabe destacar aquí que, la función, por tanto, de la señora White no fue la de corregir la Sagrada Escritura.

Ella cumplió su labor de ser una luz menor (parte de los profetas) para conducirnos a la Luz mayor (el Hijo de Dios).  Ella no recibió la encomienda de corregir la Biblia ni de decirnos cuáles pasajes de las Escrituras fueron alterados. A ella sólo se le informó de manera en conjunto o global que la Sagrada Escritura fue modificada, a excepción de un solo caso, no se le reveló absolutamente nada más.

Ese único caso revelado fue cuando se le dijo que la palabra “sacrificio” no era parte del texto sagrado, en Daniel 8:11. (Ver Primeros Escritos, pág. 74, cap. 18; y pág. 106 en la nueva edición tapa dura.)

Por lo tanto, ella no supo cuáles pasajes fueron afectados, cambiados o modificados, de manera específica; ella no dio muestra de saber lo de Mateo 28:19, como tampoco acerca de lo ocurrido con 1ª Juan 5:7, otro pasaje que también fue modificado. Hoy se conoce que ella comentó, por lo menos, un pasaje que se cree fue introducido a la Biblia, es a saber, el de Juan 5:4; ella lo cita en El Deseado de Todas Las Gentes, pág. 171. El verso 4 de Juan 5 está ausente en los mejores y más antiguos manuscritos del Nuevo Testamento. El Folleto de Escuela Sabática de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, así lo notifica en su edición de Enero-Marzo, de 2004, edición del alumno, pág. 41, día domingo, 1º de Febrero. Esta es la razón por la que los manuscritos bíblicos más antiguos dejan afuera a Juan 5:4, y por eso en muchas versiones recientes de la Biblia no aparece más ese texto.

En conclusión, hemos explicado la razón posible por la que ella pudo haber usado las expresiones de Mateo 28:19, última parte. Ella no fue comisionada a corregir la Biblia; tampoco a los demás pioneros se les indicó esa labor. Su papel fue otro.

Ellos vivieron la luz o la información que tuvieron a disposición, por lo menos, en sentido general.

Hoy nosotros estamos impelidos a caminar en la luz que armoniza con Mateo 28:19 en relación con aquellos pasajes que nos dicen que el bautismo era realizado por la Iglesia cristiana del primer siglo, en “el nombre de Jesucristo” (Hechos 2:38). Permitamos que la Luz nos alcance hoy. “Entre tanto que tenéis la luz, creed…” (Juan 12:36.)

¡Bendiciones! ⌂

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