EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO

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¿Existe alguna diferencia entre el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo? ¿Quién puede bautizar en agua? ¿Quién es el único que puede bautizar en el Espíritu Santo, y por qué?

El pasaje más importante usado por millones de creyentes para sostener su creencia de, en cuál nombre deben de ser bautizadas las personas, es Mateo 28:19.

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.” – Mateo 28:19.

Ahora bien, si realmente Jesucristo pronunció esas palabras, “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, eso quiere decir que sus discípulos fueron desobedientes y que se perderán, debido a que ellos no obedecieron al Señor Jesucristo, en ese sentido, pues no hay ningún registro en el Nuevo Testamento de que ellos “bautizaran” alguna vez usando dicha frase.

Es todo lo contrario, por propia determinación, lo hacían “en el nombre del Señor Jesucristo.” (Hechos 2:38).

Textos de bautismos usando solo la frase: “en mi nombre”, “en su nombre”, o “en el nombre de Jesucristo”.

 “Y les dijo: ‘Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será condenado’… En mi nombre echaran fuera demonios…" - Marco 16:15-17.

"Y les dijo: ‘Así está escrito, y así fue necesario que el Mesías padeciese y resucitase de los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicase el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas’" - Lucas 24:46-48.

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” - Hechos 2:36-38.

“Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús” - Hechos 8:16.

“Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días” - Hechos. 10:44-48.

“Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesucristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban” – Hechos 19:1-6.

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” – Hechos 22:16.

Como podemos ver, el libro de los Hechos no menciona la frase de Mateo 28:19.

¿Quiere decir eso que los apóstoles desobedecieron el mandato de Cristo?

No.

Los primeros cristianos hicieron exactamente lo que Jesús les ordenó.

¿Y qué les ordenó el Salvador?

Jesús ordenó que en su nombre se predicara el evangelio; por ende, el bautismo para el perdón de los pecados, según Lucas 24:46-48.

La Iglesia Católica y distintas fuentes históricas extrabíblica, afirman que el cambio del bautismo “en el nombre de Jesucristo” a la fórmula que hoy se ve en Mateo 28:19, se hizo tiempo después.

Los libros La Historia de La Redención, p. 410 y Primeros Escritos, págs. 220, 221, por Elena G. de White, nos informan que la Biblia sufrió modificaciones en el pasado.

Ahora bien, algunos desean basarse en Hechos 2:38 para decir que la Biblia habla también del bautismo “DEL Espíritu Santo”, y que eso se conecta con Mateo 28:19.

¿Es esto verdad?

 HECHOS 2:36-38. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Allí dice que cuando somos bautizados en “el nombre de Jesucristo”, recibimos luego “el don del Espíritu Santo”, no que seamos bautizados EN “el nombre del Espíritu Santo”.

Analicemos con más detalles qué es lo que dice la Biblia al respecto.

¿EN NOMBRE DE QUIÉN DEBEMOS SER BAUTIZADOS?

Los discípulos nunca bautizaron usando una fórmula que no sea “en el nombre de Jesucristo” (Hechos 2:38).

¿Por qué en el Nombre de Jesucristo?

Sencillamente, porque la ceremonia del bautismo tiene un profundo significado: El agua, la inmersión, el Nombre, todo tiene su razón de ser.

Por lo tanto, el bautismo no puede ser en “el nombre del Padre, ni del Espíritu Santo”, por las siguientes razones:

ROMANOS 6:3,4. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”

COLOSENSES 2:11,12. “En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.”

Cuando somos sumergidos en el agua simbólicamente, estamos siendo sepultados con Cristo, dando a entender que morimos a nuestra vida pasada; y cuando salimos del agua simbólicamente, estamos siendo resucitados con Cristo, dando a entender que ahora tenemos una nueva vida.

Ahora bien, es imposible que Dios Padre pueda morir, ni su Espíritu Santo, pues el Espíritu Santo es parte de Él (Efesios 4:30), por la siguiente información:

1ª TIMOTEO 1:17. “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

1ª TIMOTEO 6:16. “El único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.” Por lo tanto, no tiene ningún sentido ser bautizado en el Nombre del Padre, pues él nunca murió ni tampoco resucitó, el bautismo es un rito que sólo se puede aplicar en el Nombre del Hijo, el cual murió y resucitó.

¿Cómo comprobamos que Cristo dijo “en mi Nombre” y no lo que aparece en Mateo 28:19?

Veamos las siguientes analogías:

MATEO 28:19. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

√ MARCOS 16:15-17. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”

√ LUCAS 24:47. “Y que se predicase en su Nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”

Se trata de la misma orden, por las siguientes semejanzas:

Las tres se encuentran en el capítulo final de cada libro.

En las tres está la orden de ir a todas las naciones.

Las tres hacen referencia al bautismo, al arrepentimiento y el perdón de pecados.

Las tres mencionan un Nombre.

 Sin embargo, la diferencia radica en el NOMBRE:

√ MATEO 28:19. “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”

Observemos la DIFERENCIA:

√ MARCOS 16: 15-17. “En mi Nombre” (Jesucristo).

√ LUCAS 24: 47. “En el Nombre” (de Jesucristo).

Marcos y Lucas son “dos” testigos contra “uno” en cuanto a lo que dice el informe de Mateo 28:19.

Ahora bien, Dios estableció en el Antiguo Testamento que dos o tres testigos son indispensables para validar una controversia:

“Un solo testigo no será suficiente contra ningún delito o pecado cometido. Sólo por el dicho de dos o tres testigos se decidirá la causa.” – DEUTERONOMIO 19:15; NRV.

Cristo presentó dos testigos para autenticar sus palabras: El y su Padre:

“En vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos hombres es válido Yo Soy el que doy testimonio de mí mismo, y el que me envió, el Padre da testimonio de mí. Y si yo juzgo, mi juicio es válido, porque no soy solo, sino yo y el Padre que me envió.” – JUAN 8:18; NRV.

¿QUIÉN ES QUE NOS BAUTIZA?

Las Escrituras muestran 3 bautismos diferentes:

El bautismo del Sufrimiento.

√ MATEO 20:21-23. “Entonces la madre de los hijos de Zebedeo vino a Jesús con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. Y él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella le dijo: Di que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondió: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo he de beber? Ellos respondieron: Podemos. Les dijo: En verdad de mi copa beberéis. Pero sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.” – NRV, 2000.

El Bautismo DE o CON Agua.

√ JUAN 3:5. “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

¿Quién nos bautiza con agua?

Obviamente, el hermano que nos sumerge en el agua es quien nos bautiza con agua, llámese Santiago, Raúl, etc. Juan el Bautista, Pedro, Juan, Felipe, Pablo y todos los apóstoles, solo podían bautizar CON agua.

¿Bautizó Cristo CON agua a alguna persona?

Veamos:

√ JUAN 4:1,2. “Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos).”

¿Por qué Jesús NO bautizaba?

Porque su misión NO era bautizar CON agua; aunque el bautismo CON agua, o EN agua, en sí mismo es verdadero y debe ser practicado por toda persona que desee ser salva, según Marcos 16:15, 16.

√ MARCOS 16:15, 16. “Y les dijo: Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo.”

√ JUAN 1:26. “Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; más en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.”

Entonces…  

¿Con qué nos bautiza Jesucristo?

 El bautismo EN Espíritu y fuego.

√ MATEO 3:11. “Yo a la verdad os bautizo EN agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo 6 calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará EN Espíritu Santo y fuego.”

Esta es la razón por la cual tenemos que ser bautizados en “el Nombre de Jesús”, pues él es el Único que nos puede Bautizar EN el Espíritu Santo. Si NO hemos sido bautizados en agua “EN el Nombre de Jesús”, (Hechos 2:38), NO podemos recibir el Espíritu Santo; y, SI es que fuimos una excepción, como es el caso de Cornelio con sus acompañantes, en Hechos 10:44-48, y fuimos bautizados EN el Espíritu Santo ANTES del bautismo EN agua, entonces, como quiera que haya sido, debemos después ser bautizados EN agua, “EN el nombre de Jesucristo” (Hechos 19:1-6).

EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO.

La Biblia pone junto los dos eventos:

√ HECHOS 2:38. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

√ HECHOS 8:14-17. “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el Nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.”

El siguiente pasaje es muy interesante, pues revela a personas que solo fueron bautizadas con agua y no recibieron el Espíritu Santo, pero cuando fueron rebautizadas, “en el Nombre de Jesucristo”, sí lo recibieron:  

√ HECHOS 19:1-6. “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.”

¿Qué Espíritu recibiremos?

Si somos bautizados:

En el Nombre de Cristo, en agua (Hechos 10:48).

En Cristo, en agua (Romanos 6:3).

Por Cristo, en Espíritu y fuego (Lucas 3:16).

Invocando el Nombre de Cristo, en agua (Hechos 22:16).

Sepultados con Cristo, en agua (Colosenses 2:12).

Resucitados con Cristo, en agua (Colosenses 2:12).

Entonces,

¿qué Espíritu recibiremos?

√ 1ª CORINTIOS 12:13. “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”

Ahora bien,

¿Cuál es ese Espíritu del cual todos beberemos?

Retrocedamos dos capítulos, desde la cita anterior, para encontrar la respuesta:

√ 1ª CORINTIOS 10:4. “Y todos bebieron la misma bebida Espiritual; porque bebían de la roca Espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.”

¿De quién beberíamos el Espíritu Santo?

 √ JUAN 7:37-39. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”

La Biblia enseña que el Espíritu Santo (Efesios 4:30) es también el Espíritu del Hijo:

√ 2ª PEDRO 1:21. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

√ 1ª PEDRO 1:10, 11. “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”

Por lo tanto, el Espíritu que recibimos es el Espíritu de Jesucristo, NO un Dios Espíritu Santo o Tercera persona de una Trinidad (o persona diferente a Jesucristo).

√ GÁLATAS 4:6. “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestro corazón el Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abba, Padre!”

Ahora bien, el Espíritu Santo del Hijo, ¿de dónde o de quién lo recibió?  

√ JUAN 14:26. “Pero el Ayudador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.” – NRV, 2000.

√ JUAN 15:26. “Pero cuando venga el Ayudador que os enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él testificará de mí.” – NRV, 2000.

√ JUAN 16:15.Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso dije que tomará de lo mío, y os lo comunicará.” – NRV, 2000.

√ JUAN 17:10.Todo lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío; y en ellos soy glorificado.” – NRV, 2000.

√ ROMANOS 8:9,10. “Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. En cambio, si Cristo está en vosotros, vuestro cuerpo está muerto a causa del pecado, pero vuestro espíritu vive a causa de la justicia.” – NRV, 2000.

¿Qué Espíritu descendió sobre Jesucristo cuando se bautizó?

Muchos dicen: Entonces, ¿fue el Espíritu del Hijo de Dios el que descendió sobre él mismo?

¡No!

Obvio, fue el Espíritu de Dios que descendió.

¿Qué pasó cuando Jesucristo se bautizó?

√ LUCAS 3:21,22. “Cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado. Y mientras él oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. Y vino una voz del cielo que dijo: "Tú eres mi Hijo amado. En ti me complazco.” – NRV, 2000.

√ MATEO 3:16,17. “Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. Y en ese momento, el cielo se abrió, y Jesús vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y una voz del cielo dijo: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.”

¿Quién le daba el poder a Jesucristo para hacer sus milagros?

√ MATEO 12:28. “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.”

¿Quién era ese Espíritu que moraba en Cristo y hacia las obras?  

√ JUAN 14:10. “¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.”

El Padre ayudaba a su Hijo en su ministerio terrenal, trabajando los dos juntos para salvar al pecador, y esto es un ejemplo de lo que Él quiere hacer CON y EN nosotros:

El Padre le dio su Espíritu a su Hijo.

 Jesucristo nos da su Espíritu a nosotros.

El Padre que moraba EN su Hijo hacía las obras a través DE él.

El Hijo que mora EN nosotros hace las obras a través DE nosotros.

De esa manera vemos lo siguiente:

El Padre da su Espíritu a su Hijo, y el Hijo da su Espíritu a la iglesia.

¿Y cuál es el Espíritu del Hijo?

Obvio, el Espíritu que recibió de su Padre.

De ese modo, Dios viene a nosotros a través del Hijo, siendo así que hay un solo Espíritu Santo (Efesios 4:4), no dos ni tres.

Eso da sentido a lo dicho por Cristo en Juan 14:23, que el Padre y Él (Cristo), vienen a morar con los creyentes.

√ JUAN 14:23. “Jesús le contestó: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre le amará, y mi Padre y Yo vendremos a vivir con él.” – Versión Dios Habla Hoy.

√ TITO 3:4-6. “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavado regenerador y renovador del Espíritu Santo, que derramó EN nosotros en abundancia, POR Jesucristo nuestro Salvador.” –NRV, 2000.

Entendamos ahora, pues,

¿Por qué Jesucristo es el que nos bautiza EN el Espíritu Santo, y por qué el bautismo EN agua debe ser hecho EN su Nombre?  

Porque Jesucristo…

… es el Enviado de Dios en la tierra (Juan 3:16; 17:3),

…y porque Él nos da su Espíritu, que es Él mismo, pero desvestido de su personalidad humana, para que muramos a nuestra vida pasada y nacer de nuevo, o ser renovados (Apocalipsis 3:20).

¿Qué haremos con la verdad que hemos conocido?

√ 2ª CORINTIOS 2:17. “Porque no somos como muchos, que por ganancia comercian con la Palabra de Dios. Al contrario, con sinceridad, como enviados de Dios, hablamos en Cristo, ante Dios.” – NRV, 2000.

 √ 2ª CORINTIOS 3:16-18. “Pero cuando se convierten al Señor, se le quita el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. Por tanto, nosotros todos, al contemplar con el rostro descubierto, como en un espejo, la gloria del Señor, nos vamos transformando a su misma imagen, con la creciente gloria que viene del Señor, que es el Espíritu.” –NRV, 2000.

¿Deberíamos bautizarnos de nuevo?

√ HECHOS 19:1-6. “Mientras que Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso. Allí encontró a ciertos discípulos, y les preguntó: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo cuando creísteis? Ellos contestaron: Ni siquiera hemos oído que existe el Espíritu Santo. Pablo les preguntó: Entonces, ¿en qué fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es decir, en Jesús. Al oír esto, fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesús. Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas, y profetizaban.” – NRV, 2000.

De modo que Pablo encontró creyentes quiénes, como hoy, habían respondido al mensaje siendo bautizados con arrepentimiento del pecado, pero aún en esa situación, no habían escuchado el mensaje del Evangelio COMPLETO, como es EN Jesucristo.”

Así que, Pablo ordenó que fueran bautizados en agua, de NUEVO, “en el Nombre de Jesucristo”, y luego “vino sobre ellos”, o recibieron, el Espíritu Santo.

Y es que…

√ HECHOS 4:12. "…en ningún otro hay salvación; porque NO HAY OTRO NOMBRE bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

Recordemos bien,

√ HECHOS 2:36-38. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Y Ud., ¿qué hará ahora?

Solamente Ud. lo puede decidir.

Le deseamos, ¡muchas bendiciones!